viernes, 9 de abril de 2010

Robert Trivers: la progenie de la hembras sexuales se beneficia de los buenos genes obtenidos de los machos más competitivos

En esta entrada vamos a ver una de las teorías más controvertidas y, porque no decirlo, machistas, sobre el origen del sexo. Esta teoría fue planteada por Robert Trivers quien apuntó como una posible ventaja para la hembras el aceptar la reproducción sexual.

Según Trivers, si la competencia sexual entre machos es fuerte, las hembras podrían estar interesadas en conseguir para sus hijos los genes de los machos más exitosos. Cuando la varianza en el éxito reproductivo de machos es alta, un hijo que se parezca a su exitoso padre, podría conseguir doblar su éxito reproductor.

Pero esta idea varios problemas que Trivers ni siquiera se planteó. Autores como John Maynard-Smith criticaron esta idea ya que, Trivers asume que los hijos de una hembra que se aparea con un macho exitoso tendrá el doble de éxito que si la hembra se reprodujese asexualmente. Maynard-Smith asume acepta que exista una cierta influencia genética del macho en el éxito del hijo es más probable, pero lo que está claro es que no es el doble. La varianza genética asociada a la existencia de machos puede reducirse por efecto de la selección sexual intensa, hasta un nivel en el que el éxito de los padres no permite predecir el éxito de los hijos, esto se conoce como la paradoja de lek, ya que el problema se planteó para este tipo de sistemas (las hembras se benefician de aparearse con un buen macho).

Estudios posteriores demuestran que la selección sexual no agota toda la varianza, y que por tanto las hembras se benefician de aparearse con machos genéticamente superiores, pero que, no se le puede asignar a este tipo de beneficio un valor del doble.

En el libro El sexo de las lagartijas, Ambrosio García, titula un apartado de su libro El error de Trivers donde menciona que la idea del conflicto sexual propuesta por Robert Trivers deja bastante que desear. Para hacer esta afirmación Ambrosio García se basa en que para un hembra puede ser más beneficioso abandonar una cría de un macho que no colabora en el cuidado de la misma para poder aparearse con otro macho que colabore más. Además machos y hembras dependen unos de otros para perpetuar sus genes, por lo que a ninguno de los dos les interesa que su descendencia no sobreviva, por que de este modo ambos perderán la oportunidad de que sus genes perduren.

Si a alguien le interesa el tema que se trata en este blog os recomendamos este libro (EL sexo de las lagartijas), ya que es un libro que trata el tema de una forma coloquial y desde un punto de vista muy interesante.

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